Siempre podemos rectificarnos y empezar a cambiar nuestras vidas. Como habrás visto, no hay que hacer nada extraordinario ni fuera de tu alcance, son cosas tan simples, pero que por desconocimiento o desidia no hacíamos o dejamos de hacer.
cocina lo necesario. Para evitar la tentación de las sobras, o peor aún, botar la comida, pesa tus raciones antes de cocinarlas.
Mejor es desabrido que salado. Lo ideal es sazonar tus comidas con muy poca sal para así evitar la acumulación de líquidos.
Mastica con lentitud. Nadie te apura, mastica y saborea, así lograrás comer menos, ya que a los veinte minutos el organismo empieza a manifestar saciedad.
Evita picar o pica algo saludable. Con el picoteo entre comidas lo único que logramos es acumular grasas y echar por tierra todo el esfuerzo de la dieta.
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